jueves, 7 de junio de 2007

El Gobierno blinda aeropuerto y puerto con más vigilantes privados y dobles controles a los vehículos


La amenaza terrorista es ahora más real que nunca y el Gobierno lo sabe. Valencia puede ser uno de los objetivos de los comandos de ETA y por ello ha decidido redoblar esfuerzos para blindar, principalmente, los dos principales puntos de comunicación de la ciudad: el puerto y el aeropuerto.

La primera medida se tomó el pasado martes a las cinco de la tarde, 12 horas después de hacerse público el comunicado de la banda terrorista. El Ejecutivo, a través del Ministerio de Fomento, ordenó incrementar el número de vigilantes privados que custodian el puerto y el aeropuerto de Manises y desarrollan labores de apoyo a las que ya realizan las unidades de la Policía Nacional y Guardia Civil.

El objetivo es, al mismo tiempo que se ofrece al visitante una sensación de seguridad, disuadir a los terroristas de que la posibilidad de atentar en estos puntos es fácil.

“Nos han ordenado que ningún vehículo, ni siquiera autobuses o taxis, se detengan más de dos minutos en la puerta de la terminal. Es una orden expresa de Aena”, explica uno de los vigilantes, que se incorporó hace dos días a la empresa de seguridad contratada por el aeropuerto.

A pesar de que ya estaba prohibido estacionar a las puertas de las instalaciones, tanto para descargar como para recoger pasajeros, ahora ni siquiera es posible detenerse sin la atenta mirada de varios vigilantes de seguridad, que rápidamente obligan a los vehículos a continuar su camino.

Si hace una semana solamente se dejaba ver personal privado en puntos concretos del aeropuerto, ayer los accesos a las terminales estaban fuertemente vigilados. “Va a llegar un vuelo de París y hay preparados cuatro autobuses para recoger a los pasajeros. ¿No pueden esperarse en la puerta de llegadas”, preguntaba un guía a otro vigilante. La respuesta fue rotunda: “No. Ni siquiera los autobuses. Yo no puedo arriesgarme a tener estacionado un vehículo delante de la terminal que esté cargado de explosivos”.

Seguridad privada
El número de vigilantes privados se ha incrementado de forma notable, no sólo en el aeropuerto, sino también en el puerto. Sin embargo, en este último punto, en las instalaciones portuarias, son los agentes de la Policía Nacional los que realizan un exhaustivo control de acceso a vehículos y a personas.

Los registros, tanto en la entrada por Nazaret como en la Malvarrosa, causaron ayer largas retenciones que en algunos momentos de la mañana llegaron a ser de 60 minutos. La policía no dejó entrar a ningún vehículo al recinto de la Copa América que no hubiera sido revisado con anterioridad. Pero además, para acceder al aparcamiento había que atravesar un segundo control policial. Nadie se libra, ni siquiera las motocicletas, del registro. También se inspecciona la carga de cualquier furgoneta o camión que entra a las instalaciones.

Pese a que en el puerto de Valencia la Policía Nacional ya había puesto en marcha, con motivo de la Copa América, un importante dispositivo de vigilancia, tras el fin de la tregua anunciado por la banda terrorista estos controles se han intensificado. 250 agentes supervisaban ayer, según fuentes policiales, cada rincón del puerto.

A los controles oculares se sumaron además perros, registros de explosivos y agentes a caballo. La Delegación de Gobierno había anunciado que se celebraría una reunión entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para reforzar la seguridad, que ya se palpaba en el blindaje del puerto.

Una unidad militar
Incluso el Ejército de Tierra, como ya adelantó ayer LAS PROVINCIAS, se ha sumado a la vigilancia con un vehículo que garantiza las comunicaciones entre los distintos cuerpos de seguridad en caso de que se produjera un fallo en el fluido eléctrico por cualquier circunstancia, incluida un atentado. Está instalado junto a la sede de la antigua Autoridad Portuaria de Valencia.

“A mí me parecen bien los controles, aunque me han hecho quitarme hasta los zapatos”, decía un turista italiano tras acceder a pie a las instalaciones. “Cualquier persona es revisada de forma exhaustiva, nadie se libra”, aseguraba un vigilante.

Tras los controles, cada vehículo tiene que sortear diferentes obstáculos para que una eventual fuga por parte de un sospechoso sea mucho más difícil. También en el aeropuerto se han neutralizado algunos carriles para favorecer el control.

Sólo un carril de acceso
La unidad de la Policía Nacional que registra los coches a la entrada del nuevo aparcamiento de Manises continúa su trabajo. La diferencia ayer era que solamente se mantenía abierto uno de los dos carriles de entrada al aparcamiento para que ningún conductor escapara al control policial.

Frente a la terminal también se prohibía el acceso de vehículos por algunos de los carriles. “Incluso si algún coche se estropea delante del edificio, tiene que ser retirado inmediatamente”, comentaba uno de los vigilantes. A las puertas del nuevo edificio, otro furgón policial vigilaba los exteriores, mientras que agentes de paisano custodiaban el interior.

Vías de acceso a la ciudad
Aparte del puerto y el aeropuerto, la “intensidad” de los controles se deja notar en toda la capital del Turia, con diferentes controles de policía en algunos accesos a la ciudad de Valencia donde se comprueba minuciosamente el vehículo y la documentación de los ocupantes que resultan sospechosos. La alerta en la Comunitat, al igual que en el resto de España, se situaba al cierre de esta edición en el Nivel 2. Esta alerta supone una vigilancia especial para grandes eventos y acontecimientos públicos.

El Ministerio del Interior puede todavía incrementar esta alerta con el Nivel 3, la máxima posible, y que permite incluso la intervención del Ejército para garantizar la seguridad. Fuentes del Gobierno recordaron ayer que sólo se llegó a este punto con los atentados en los trenes de Madrid.

En cambio, el nivel de alerta actual no responde al cambio de situación de la banda terrorista ETA con la ruptura de la tregua, sino que se puso en marcha el mismo día que daba comienzo el juicio por los atentados del 11-M.

No hay comentarios: