
Salir de viaje desde el aeropuerto de Manises es sinónimo de tiempos de espera y colas interminables. A la tradicional demora para facturar las maletas en los mostradores de cada compañía, en los últimos días ha habido otra espera: los controles en el embarque.
Ayer por la mañana, decenas de personas esperaban en los arcos de seguridad de la terminal antigua. De cinco puertas, solamente estaban abiertas dos, y el personal de seguridad no daba abasto para controlar a los viajeros y sus pertenencias antes de subir a un avión.
Según fuentes sindicales, la falta de vigilantes está causando problemas en algunos puntos del aeropuerto. Con la reorganización de la seguridad tras el anuncio del fin de la tregua de ETA, “algunos puntos del aeropuerto quedan descubiertos”. Por seguridad, estas fuentes no quisieron concretar qué zonas quedaban sin vigilancia, pero sí remarcaron que la empresa tiene que ir “quitando de aquí y poniendo allá para poder cubrir todos los puntos que deben tener personal”.
El pasado domingo por la tarde, la cola de viajeros llegaba hasta la puerta de la terminal. Ayer a mediodía se repitieron las esperas. María Gallardo volaba a Roma y tuvo que hacer media hora de cola para poder embarcar. “Esto es increíble, hay varias puertas de embarque, pero la mayoría están cerradas. Un poco más y llegamos tarde al vuelo”, decía.
Los vigilantes de seguridad privada deben reforzar ahora los controles de usuarios del aeropuerto en las puertas de la terminal donde, además, impiden que cualquier conductor detenga su vehículo más de dos minutos para bajar y recoger pasajeros. Es un nuevo punto de control que no puede quedar descubierto.
Desde el pasado año, cuando entró en vigor la nueva normativa de seguridad por la que se restringe la cantidad de líquidos que se pueden transportar a bordo de un avión, las colas en las puertas de embarque comenzaron a ser habituales. Poco a poco se fue normalizando la situación, que en los últimos días ha vuelto a ser caótica.
Con el refuerzo de la vigilancia en los últimos días, se justifican todavía más las reclamaciones de los trabajadores de seguridad privada en demanda de mejoras laborales.
Actualmente, trabajan en cada turno cerca de 40 vigilantes. Según fuentes sindicales, cada día quedan entre tres y cuatro puestos sin cubrir. A partir del próximo día 15, todos los lunes y viernes el personal de seguridad privada dejará de hacer horas extras, una medida de presión que se complementará con otras actuaciones si la empresa no cede a las demandas de los vigilantes.
1 comentario:
esa es la mejor manera de efectuar una huelga encubierta y se le hace daño a la empresa
otra forma de hacer daño es hacer la huelga a la japonesa osea en los aeropuertos se efectua el servicio al cien por cien eso quiere decir que la entrada del pasajero se hace minuciosamente si pita el arco que vuelva a pasar y asin hasta que deje de pitar la cola que se organiza es de dos cojones y ni aena ni tu jefe de equipo te puede decir nada ya que estas realizando tu trabajo segun el plan nacional de seguridad de aeropuertos impuesto por la comunidad europea
entre todos luchemos por una profesion digna
por la patria el pan y la justicia arriba españa
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