jueves, 3 de mayo de 2007

«Antisistema» de botellón


Algunos datos confusos sobre el desarrollo de los disturbios violentos de la madrugada del martes y los consiguientes bulos habían suscitado alarma. ¿Se trataba de un simple caso de explosión juvenil alimentada con alcohol y drogas surtidas o había una organización detrás de la enorme trifulca? El primer día se llegó a insinuar desde algunas fuentes que la llamada al Samur tras la cual un coche de Policía fue violentamente atacado podría haber sido una emboscada, un cebo para atraer a los agentes a un lugar de difícil salida y allí atacarles con ventaja. Fuentes de la policía nacional negaron categóricamente este extremo, así como que el ataque hubiese sido organizado mediante mensajes de texto por móvil.
Es decir, no había ni un plan previo ni una organización jerarquizada en los grupos que agredieron a las Fuerzas de Seguridad. Según fuentes policiales, en Madrid no actúan grupos «antisistema» que tengan esa capacidad de organización. Por lo tanto era un simple caso de orden público que «se había ido de las manos». Otra cosa es preguntarse que falló en la madrugada de ayer para que el desorden imperase de nuevo sin control alguno.
Es sabido que, aunque efectivamente no muy organizados, los jóvenes que han creado problemas en esta zona desde hace años suelen ser de ideología de izquierda radical: redskins (movimiento de cabezas rapadas autodenominados antifascista), punkies y okupas. Animales de variado pelaje unificados por un desprecio común por el sistema. Desde finales de los noventa se ha registrado un número importante de agresiones contra efectivos policiales. En el 98 ocurrió la más sonada hasta la llegada de los dos últimos días de furia: una manifestación de «Okupas» degeneró en enfrentamientos con la policía que terminaron con 52 detenidos,cinco manifestantes heridos con fracturas óseas y siete policías lesionados de caracter leve. Desde entonces no se había vuelto a repetir trifulcas de ese calibre, pero si un par de casos muy preocupantes como la agresión de un nutrrido grupo de jóvenes contra veinte agentes municipales que se vieron obligados a disparar al aire (en septiembre de 2006) o la paliza en toda regla que una pareja de agentes se llevaró 2004.
No organizados cierto, pero con una capacidad para crear caos que es preciso analizar con urgencia.

LA RAZON.

No hay comentarios: