
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha condenado al Departament de Justícia de la Generalitat a indemnizar con 10.017 euros a un joven que fue apuñalado en un bar de Sitges (Barcelona) por un preso interno en situación de tercer grado cuando disfrutaba de un permiso de tres días en febrero de 1999.
El recluso se peleó con un joven de 17 años en un bar de Port Ginesta y cuando ambos salieron a la calle el preso le asestó una puñalada en el abdomen y dos más cuando estaba en el suelo.
Se declaró insolvente
La Audiencia condenó en su momento al recluso a pagarle dos millones y medio de pesetas a su víctima pero al declararse el acusado insolvente, la víctima reclamó el dinero al Departament de Justicia al considerar que el permiso "fue anormal" ya que el último día causó lesiones.
El preso cumplía una condena por seis robos con violencia, tres robos, una rotura de condena y uso ilegal de un vehículo, pero aún así en 1997 se le impuso el cumplimiento de la pena en régimen abierto restringido.
"Se creó un riesgo"
A pesar de que los beneficios penitenciarios se ajustaron a la legalidad, el tribunal considera que "se ha creado un riesgo" ya que en ningún momento se conocieron las medidas adoptadas para controlar o hacer un seguimiento de sus problemas de drogodependencia del preso mientras estaba de permiso.
Por ello, la sentencia destaca que existe responsabilidad de la administración que tenía que tutelar el interno e "hizo un inadecuado seguimiento y control", y por ello debe indemnizar a la víctima de la agresión.
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